Este Pueblo nació  posiblemente   de un grupo que amantes de aventuras  solían asentarse en lugares que presentaban las condiciones propicias para vivir, sus descendientes dieron fama a este lugar en todo sentido.

Sus  habitantes eran poseedores de un espíritu alegre y festivo, que los caracterizaba en la Provincia  solían ser los poseedores de las mejores fiestas de carnestolendas, para lo cual se preparaban con 6 meses  de anticipación, empezando por  el engorde de chanchos, gallinas, cuyes, y preparando harinas para los exquisitos panes, la apetitosa chicha de jora, los famosos dulces de calabaza, los sabrosísimos tamales y otros bocadillos, para llegados los días del carnaval reunirse entre familiares y amistades y disfrutar de este buen banquete que no era despreciado ni por el paladar mas exigente, esta costumbre era rotativa durante los 8 días que duraba el carnaval; pero es de destacar que las visitas llegaban entonando coplas que se acompañaban con instrumentos musicales tales como; guitarra, bombo, acordeón, etc. luego eran invitados a pasar adelante   solían formarse los bailes al son de los versos y coplas entonadas, era la época en que los jóvenes  aprovechaban para visitar a su dama que interrumpía su mente en sus noches de insomnio y cantarle muy de cerca versos de amor, en los cuales exteriorizaban sus sentimientos. Estas fiestas eran despedidas con el famoso juego de gallos el octavo día, la señal principal era la izada de la bandera blanca  y el llamado que hacían golpeando el tambor de esta manera se reunían en el centro del Poblado para participar de los juegos y brindar las últimas coplas.